Dejar la dieta cetogénica tiene sus reglas. Cuando iniciaste la dieta, requeriste de un tiempo para informarte y aprender sobre ella. Así que, dejarla también debería ser un proceso similar y lento.
Estos son los tres principios fundamentales que te permitirán dejar la dieta cetogénica de manera efectiva y segura.
- Céntrate en la calidad y la cantidad de carbohidratos:
Durante los primeros 14 días, enfócate en los carbohidratos vegetales saludables y de digestión lenta con alto contenido de proteínas y fibra. Disminuye gradualmente el consumo de grasas y aumenta la ingesta de proteínas magras, verduras y carbohidratos integrales. Deberías comenzar agregando una porción adicional de carbohidratos de bajo índice glucémico al día durante una semana. Te recomendamos incrementar tu consumo de carbohidratos en 10 g adicionales todos los días durante la primera semana (disminuyendo a la vez la misma cantidad de grasas).
Ten en cuenta que es posible que aumentes naturalmente algunos kilos inmediatamente después de reintroducir los carbohidratos en tu dieta, ya que estos contienen agua. Una de las peores cosas que puedes hacer inmediatamente después de la dieta es “descontrolarte” y comenzar a comer carbohidratos azucarados procesados, como rosquillas, dulces, pasteles y galletas. En su lugar, céntrate en la calidad y elije los que requieran más tiempo para digerirlos.
- Ten cuidado con los azúcares ocultos/añadidos:
Uno de los beneficios de la dieta cetogénica es el consumo bajo de azúcar y la eliminación del consumo de azúcares añadidos de tu dieta. Una de las reglas principales después de la dieta cetogénica sería evitar cualquier cosa con más de 4 gramos de azúcar agregada. Sin embargo, ten en cuenta el exceso de azúcar natural, el cual puede esconderse en varios alimentos como la miel y en ciertas frutas (como plátanos, uvas, peras y todas las frutas secas).
- Mantén hábitos saludables:
Evita los alimentos procesados y envasados. Elije principalmente las frutas y verduras, ya que le proporcionarán a tu cuerpo una fuente abundante de antioxidantes, fitonutrientes y fibra. Además, las frutas y verduras, los cereales integrales, los frijoles y las legumbres son buenas opciones para incluir. Consume comidas balanceadas. Es la mejor manera de mantener bajo control los niveles de azúcar en sangre y evitar aumentos repentinos o bajones de energía. Una recomendación general sobre la cantidad de comidas para comer en un día es comer 3 comidas principales y de 1 a 2 meriendas al día, dependiendo de tu horario y entrenamiento.
No olvides que mantenerte hidratado es otro factor importante. La deshidratación puede causar irritabilidad y puede hacer que sientas hambre cuando en realidad solo tienes sed.
Todo se reduce a elegir comidas y meriendas saludables y equilibradas.